La World Wide Web cumple 30 años y es menos libre que nunca

Rubén Castro, 30 abril 2023

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El 30 de abril de 1993 el CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) decidió liberar el “software W3” al dominio público, una decisión aparentemente sencilla que desencadenó una de las revoluciones tecnológicas más importantes de los tiempos modernos.

Aunque el panorama ha cambiado significativamente, la web sigue siendo el principal recurso diario para más de 5.000 millones de personas -dos tercios de la población mundial- que dependen de Internet para la investigación, la industria, la comunicación y el entretenimiento.

La plataforma informática original de la World Wide Web fue propuesta por primera vez en 1989 por el informático Tim Berners-Lee mientras trabajaba en el CERN. El novedoso sistema de información se diseñó para facilitar y agilizar el intercambio de información en la comunidad científica.


La plataforma W3 era un sistema de gestión de la información basado en conexiones entre piezas de información existentes. El “sistema de hipertexto” se creó en una máquina NeXT en 1990 y, en pocos años, había conquistado a numerosas organizaciones científicas y educativas más allá del CERN. Por supuesto, la principal razón del temprano éxito de W3 fue el hecho de que la institución con sede en Ginebra decidiera proporcionar el software gratuitamente.

El CERN ha hecho público el documento interno que marcó el estatus de EP de la World Wide Web en 1993. Firmado por el Director de Investigación Walter Hoogland y el Director de Administración Helmut Weber, describía brevemente el proyecto W3 como un “sistema de información global en red de ordenadores” que ofrece un sistema de información colaborativo independiente del hardware, la plataforma de software o incluso la ubicación física.

El acceso a la información a través de W3 se realiza “mediante un modelo de hipertexto”, prosigue el documento, en una red mundial diseñada para funcionar independientemente del formato de la información y del sistema operativo del cliente. La versión de software PD incluía un cliente W3 “básico”, un servidor y una biblioteca de código común, para la que el CERN renunció a todos los derechos de propiedad intelectual tanto del código fuente como del binario.

En 1993, las normas adecuadas para la concesión de licencias de derechos de autor aún estaban en fase de desarrollo. Un año después, el CERN adoptó una licencia de código abierto para la siguiente versión del software. Este enfoque permitía a la organización conservar los derechos de autor al tiempo que permitía a cualquiera utilizar y modificar la plataforma W3 a su antojo. Sin embargo, podría decirse que la versión inicial de PD ha permitido a la web “crecer hasta convertirse en el gigante que es hoy”, según el CERN.

Walter Hoogland afirma ahora que “la liberación pública fue lo mejor” que el CERN podía haber hecho con el proyecto W3, una medida que reflejaba los valores fundamentales del CERN de “colaboración abierta en beneficio de la sociedad”.

Ese principio de colaboración abierta e intercambio de información de la plataforma W3 original sigue vivo hoy en día, a pesar de que la web se está transformando cada vez más en plataformas propietarias y aisladas en las que la información se recopila, se vende o incluso se convierte en un arma en beneficio de las grandes corporaciones tecnológicas o de individuos poderosos y socialmente controvertidos como Elon Musk. ChatGPT, la IA generativa que aprovechó la web libre para crear uno de los productos tecnológicos más publicitados de los últimos tiempos, es sólo la última iteración de este preocupante fenómeno.

Rubén Castro

Redactor

Apasionado de explorar y diseccionar lo último en tecnología. Tengo mucha experiencia en el mundo de los ordenadores y el gaming, aunque también me gustan todos los tipos de gadgets.

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